LOS MILLENNIALS, LA GENERACIÓN QUE RETA LA EDUCACIÓN

La generación actual son llamados mileniales, son aquellos jóvenes que trajeron consigo el cambio del siglo, que a diferencia de la anterior, llevan la iniciativa a innovar y crear lo que se propongan.  Algunas características que les hace únicos, son los que plantean los nuevos retos; la tecnología ha sido la herramienta natural para estos jóvenes en su día a día, compran, realizan transacciones, comparten productos y servicios, es una forma de vida y vemos como se ha globalizado, puesto que ha llegado a lo más remoto del planeta; son descontentos e incrédulos , tienen a desconfiar  menos que en las generaciones anteriores, más de la mitad se declaran independiente, y son viajeros por naturalidad.
Para la generación milenial, la tecnología en la educación es un factor importante, como se ha mencionado, los jóvenes actuales han dominado la tecnología, si esta son incluidas más en las aulas, las clases pasaran de monótonas, rutinarias a creativas e innovadoras. El papel del docente no será cambiado será  mejorado, El que nunca debería jubilarse es el buen profesor, aunque ya no tanto en el papel de transmisor del saber, sino de orientador. Un amigo de confianza que contagia curiosidad, filtra lo útil y selecciona fuentes fiables con espíritu crítico.
Los jóvenes considerados, los seres del nuevo milenio ya no vienes de una generación donde la repetición era la clave de la educación; son individuos que encuentran en las experiencias una riqueza invaluable, sus inquietudes, su forma de ver el mundo, la compresión de éste, se basa en la adquisición de experiencias, las cuales se traducen en unos significados profundos y desean explorar el mundo, su cultura, vivencias, personas y lugares.
Los métodos se deben adaptar a los recursos y a las características de la generación, una necesidad primordial en la forma de aprender en donde la experimentación es ganancia de conocimientos, no tanto la fórmula. Poder asumir el conocimiento como propio les da alternativas, en las que puedan improvisar, explorar y descubrir, para recrear lo que ya no es simplemente hipotéticos escenarios, ahora es una realidad, la de su entorno; ya no tienen una visión de las cosas, tienen muchas, y están siempre refrescándolas demostrando que los métodos se deben adaptar a los recursos y a las características de la generación, una necesidad primordial en la forma de instruirse.
Los jóvenes de hoy tienden a encontrar en sus actividades una empatía que los lleve a profundizar en lo que hacen, sus rutinas tienen que generar un impacto en ellos, no como generaciones anteriores, donde la empatía se encontraba de manera deslindada de la rutina.
Las zonas de confort ya no deben existir, los temarios deben de dejar de ser un escudo, una forma de generalizar y repetir; la adaptación de las formas es primordial para la supervivencia del educador. Los maestros deben entender que ahora el conocimiento no debe ser una solamente una estadística, las tareas no deben basarse en un sistema, ahora deben basarse en ellos, la gratificación se debe encontrar en la manera en cómo el maestro integra el conocimiento en sus vidas, no en la cantidad de aprobados.
Cuando el temario se vuelve cuadriculado en clase, se pierde el interés, no se le está retando, el alumno ha deja de ser un aprendiz a ser rupturista, pero se les sigue masificando; pero cuando se les permite explorar desde un saber, el proceso va a ser enriquecedor, ya que el reto que asume para plasmar y exponer sus intereses, puntos de vista, y afinidades los va a empujar a profundizar en el conocimiento mucho más, ya que deja de ser una labor a pasar a ser un reto para adquirir conocimiento.
La información deja de ser objeto de una regulación, a formar parte de un universo, que la puede tomar sin mayor coste; ya no puede ser un simple recorte de un encuadre, ya que las voces que se suman al conocimiento son infinitas.
La clase magistral debe desaparecer, para ser una retroalimentación, necesitan sentir que son dueños también del conocimiento, que se le puede desafiar y cuestionar desde sus intereses; el conocimiento no solo debe ser impartido, necesitan que el conocimiento los involucre, el desafiarlos en algo los hace vibrar, porque de lo singular van crear un conocimiento global, que no resultará en nada más que aprender el método, será llevarlo un paso más adelante porque no son observadores sino participantes.

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